Llega noviembre, y la agricultura de la zona central se ve con movimiento. Cosechas de arándanos y los primores en cerezo, son muestra del corrido escenario en que se ven insertos los agricultores.
A su vez, es posible observar cultivos y hortalizas, ya establecidos o que están recién en etapa de siembra/ plantación, donde el manejo de malezas se vuelve crucial para llegar con productos de calidad a cosecha.
Las malezas son todas las plantas que crecen en lugares y momentos determinados no deseados por el hombre. No es novedad que estas invasoras compiten por luz, agua, y nutrientes del suelo, siendo también excelentes hospederos para plagas y enfermedades, pudiendo complicar de sobremanera la cosecha, aumentando los costos de operación y generando daño en la producción, afectando los rendimientos y calidades de los cultivos.
Si bien a nadie le gusta tener malezas en sus predios, es inevitable tener presencia de éstas durante la temporada. Lo importante es conocer el período crítico de interferencia de malezas para dicho cultivo (tiempo que debe permanecer el cultivo libre de malezas, con el fin de poder crecer y desarrollarse sin daños, para lograr su máxima producción), con el fin de establecer un adecuado manejo de malezas utilizando, entre otros, métodos mecánicos, culturales y químicos, que le permitan al cultivo establecerse sin competencia de éstas, logrando alcanzar su potencial productivo.
Para elaborar un manejo de malezas propicio, se deben tener en cuenta los siguientes puntos:
- Identificar las malezas presentes en el predio y su estado de desarrollo, identificando las zonas más afectadas junto con el nivel de infestación.
- Conocer la biología de las malezas presentes. Es importante saber sus ciclos de vida y formas de reproducción.
- Establecer métodos de control efectivos, económicamente rentables y amigables con el ambiente.
Una vez teniendo en cuenta las consideraciones anteriores, viene la etapa de informarse y hacer frente a este tipo de vegetación. Para ello, existe un sin número de métodos para el control de malezas, entre los cuales podemos encontrar:
- Métodos mecánicos o físicos: arranque manual y labores de cultivo, permiten reducir el nivel de malezas en el predio. Es importante conocer la biología y su forma de reproducción para hacer una preparación de suelos que permita disminuir la presencia de éstas.
- Métodos culturales:
Rotación de cultivos: Los monocultivos tienden a generar poblaciones de malezas resistentes a los herbicidas. Es importante cambiar las épocas y especies a sembrar.
- Manejo de cultivos: uso de variedades competitivas, y distancia de siembra o plantación que permitan un cubrimiento de suelo en un menor tiempo, cultivos intercalados, cobertura viva de cultivos, uso de “mulch” y riegos eficientes.
- Métodos químicos: El uso de herbicidas en la agricultura es una practica muy utilizada. Es importante, año a año, cambiar los modos de acción de los herbicidas aplicados, evitando la generación de malezas tolerantes o resistentes a estos agroquímicos.
- Control biológico a través del uso de enemigos naturales específicos y otros medios no convencionales como la solarización (método efectivo para el control de enfermedades y plagas del suelo y puede controlar también muchas malezas, que consiste en cubrir el cuelo con un plástico transparente durante 30-45 días, con el fin que la temperatura del suelo sea mayor a los 40°C con el fin de dejar inviables hongos, plagas y semillas de maleza.)
Conociendo las malezas presentes y las diversas alternativas de manejo es indispensable establecer un plan de manejo de al menos tres temporadas, que utilice todas las herramientas disponibles, con el fin de evitar la aparición de resistencia. Finalmente, diversificar los mecanismos de acción de los herbicidas, los cultivos a sembrar y los manejos de cultivo, permitirán disminuir la presencia de estas invasoras y alcanzar potenciales productivos que mejoren la rentabilidad del agricultor.
Por Teresita Ureta
Centro de Evaluación Rosario.
Ingeniero Agrónomo Universidad Católica