Radiación y temperatura, factores sumamente incidentes en la producción de manzanas

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El panorama para el negocio de las manzanas en las últimas temporadas no ha sido muy auspicioso, a los problemas de producción se añaden complicaciones externas como fue la helada y el paro portuario vividos la temporada 2013-2014.

De la fruta fresca de exportación las manzanas (rojas y verdes) representan cerca del 34% del total de fruta que sale del país, las que reportaron una baja de un 15,1% la temporada recién pasada con respecto a la temporada anterior, según señala la ASOEX.

Dentro de los problemas de producción que enfrenta este frutal, los más graves al no tener una solución directa, son aquellos relacionados con el exceso o falta de radiación y temperatura, entre ellos cabe mencionar los graves problemas que genera el golpe de sol en algunas localidades y para algunas variedades, alcanzando más de un 40% de incidencia (Yuri, 2001). Otro problema asociado principalmente al uso eficiente de la luz, que se presenta principalmente en variedades rojas y aquellas bicolor, está dado por la desuniformidad de color al momento de la cosecha, lo que complica y encarece los costos de esta labor.

¿Cómo mitigar el Golpe de Sol?

El golpe de sol es uno de los dolores de cabeza más recurrentes para los productores de manzanos, sobre todo para aquellos que producen variedades con cierta susceptibilidad a este problema, como la Granny Smith, Fuji, Braeburn y Pink Lady. El daño se traduce en un pardiamiento localizado en aquella zona del fruto con mayor exposición, que puede evolucionar y acentuarse aún más en condiciones de almacenaje.

Estudios realizados por el Centro de Pomáceas de la Universidad de Talca, confirman que el daño producido se debe principalmente a la temperatura y no a la radiación UV, lo que y ha hecho replantear las medidas de mitigación de este efecto, concluyendo que el manejo de una buena copa asegura una protección adecuada del fruto.

Dentro de los manejos más comunes se encuentra el uso de malla sombra de color blanco que permite la entrada de una mayor cantidad de luz de manera difusa, permitiendo que la fruta adquiera el color necesario para la cosecha. Si bien se logra una mayor protección de la fruta más expuesta, el uso de mallas ha reportado un aumento en el vigor de las plantas, efecto poco deseado ya que el aumento de vigor trae consigo una disminución en la productividad y calidad de la fruta. Para ello el mercado de agroquímicos ofrece productos que regulan el crecimiento y han mostrado tener un efecto bastante positivo en el control de crecimiento de brotes, esto acompañado de dosis bajas de nitrógeno en la temporada y podas que ayuden a disminuir el vigor, debiese favorecer la utilización de mallas, cuya finalidad es la disminución de la incidencia e intensidad del daño.

En el caso de la Granny Smith el uso de malla puede generar un mayor problema si no se consideran aspectos relevantes en la producción de ésta, la síntesis de clorofila se extiende por 60 días después de plena flor, por ello durante ese periodo es importante que la planta tenga una buena exposición de luz. Esto permitirá que el fruto adquiera un color verde intenso, muy deseado en la variedad y no se torne amarillento a cosecha, según señala Oscar Carrasco, Ing. Agrónomo. Universidad de Chile.

Si bien el costo de las mallas bordea los 10.000 a 14.000 dólares/hectárea, estas pueden ser re-utilizadas por 3 a 4 temporadas siempre que se tomen las medidas de cuidado necesarias.

Otro manejo que tiene un efecto positivo y muy acentuado en la reducción del daño por golpe de sol es el riego elevado. El aumento de agua libre hace disminuir la temperatura del ambiente mediante la evaporación del agua, protegiendo al fruto de las elevadas temperaturas, sin embargo, el uso prolongado de este método puede generar manchas en el fruto, fuera del elevado costo energético que tiene mantener en funcionamiento este sistema cada vez que las temperaturas alcanzan los 29°C por un período superior a 5 horas.

Los protectores solares no han sido efectivos en disminuir este tipo de daño, solo se ha visto un efecto positivo en aquellas partículas a base de Óxido hidratado de aluminio y sílice (Surround®), su empleo disminuye la incidencia y severidad de este daño, sin afectar el color en la fruta ni la fotosíntesis en las hojas, según señala el Dr. José Antonio Yuri. El único inconveniente es que es fácilmente removido, por lo que en la mayoría de los casos en necesario repetir la aplicación.

En plantaciones nuevas se debe considerar la relevancia de este daño, sobre todo si se desea cultivar alguna variedad con mayor susceptibilidad. La tendencia en los últimos años ha sido la formación de huertos de alta densidad, para ello se hace fundamental el uso de portainjertos enanizantes como el M9, la apuesta de estos huertos es entrar antes en producción de manera de recuperar la inversión en el corto plazo. Es fundamental para lograr estos altos rendimientos, permitir que la planta logre interceptar sobre el 75% de luz. Por ello es importante que al momento de diseñar un huerto, se considere la orientación óptima de éste, para así disminuir los efectos negativos del exceso de radiación.

La implementación de cualquier huerto de manzanos variedad Club o en su defecto aquellas comodities exportadas, debe considerar la manera de mitigar este tipo de daño, que en muchos casos significa cerca de la mitad de la fruta con incidencia. Si bien el uso de cualquiera de las medidas antes señaladas presentan un elevado costo, esto disminuye tras producir fruta de calidad superior. Hay que levantar el negocio de la manzana y esto solo es posible generando fruta de mayor calidad.

 

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