La polilla del racimo de la vid, fue detectada por primera vez en el país en el año 2008 en Linderos, Región Metropolitana, encendiendo una alarma fitosanitaria, debido a los graves daños que ocasiona.
Hoy, martes 30 de septiembre vence el plazo para que los productores de uva de mesa y vinífera, ciruelas y arándanos, hagan entrega de los planes de trabajo para el control de la polilla del racimo de la vid (Lobesia botrana). Esta exigencia afecta a todos los productores desde la Región Metropolitana a la Región del Maule, donde se espera suprimir y contener a la polilla del racimo. (Mayor información en http://www.sag.cl/sites/default/files/estrategia_2014-2015_sag.pdf)
Lobesia botrana es una lepidoptera originaria de Europa, que ha sido detectada en Chile desde la III a la IX región, cuyas larvas viven en los racimos uniendo, con hilos de seda, los botones florales y formando capullos en las hojas o en las cortezas. Su hospedero principal es la vid, sin embargo durante las últimas temporadas se ha encontrado ocasionalmente en huertos de arándano y ciruelas (colindantes de viñedos), hospederos secundarios de la plaga, junto a otros treinta y ocho cultivos, frutales y ornamentales.
La polilla del racimo puede engendrar entre 3 y 4 generaciones por temporada según las condiciones climáticas, afectando botones florales y bayas en la vid, siendo la floración y cierre del racimo, períodos críticos para el control. A continuación se detalla un cuadro descriptivo con características diferenciadoras entre Proeulia sp. y Lobesia botrana, especies que tienden a confundirse en el monitoreo y pueden llevar a errores en el programa de control:
En cuanto a los daños que genera Lobesia botrana se observa una destrucción de la fruta (perforaciones y daños en las bayas) generando un ambiente favorable para el desarrollo de hongos y enfermedades. Además, el programa de control implica prácticas en la fruta de exportación ya que se debe cumplir con medidas regulatorias de control, disminuyendo la calidad y vida de poscosecha de la fruta. Por todos los daños que esta plaga genera es indispensable que todo productor en la zonas de control oficial tome las medidas necesarias que permitan la supresión y control, evitando así generar mayores daños en los huertos.
Como recomendación, es imprescindible realizar un monitoreo exhaustivo mediante el uso de trampas de feromonas, fijándose en el estado de desarrollo de la plaga y la presión en el huerto, esto con el fin de poder tomar las medidas necesarias para hacer más eficiente su control. Es de suma importancia conocer el momento oportuno de aplicación basado en la biología de la plaga (huevos y larvas son los estadíos más susceptibles) y los tiempos de protección que entregan los productos insecticidas disponibles en el listado autorizado por el SAG. Estos son aspectos fundamentales para lograr un control efectivo sobre todas las generaciones de esta plaga que Chile, con la ayuda de todos los productores, espera contener, y erradicar en ciertas zonas, en un mediano plazo.