Control integrado para la pudrición parda de los frutales de carozo (Monilia fructicola)

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Para el control de la pudrición parda de los frutales de carozo, causada por el hongo Monilia fructicola, debiésemos contemplar como mínimo seis aplicaciones durante los períodos críticos del hospedero, para el desarrollo de este hongo (floración y precosecha). Este programa debe ser ajustado de acuerdo a la presión de la enfermedad y a las condiciones agroclimáticas existentes en cada predio. Además se debe integrar prácticas culturales que disminuyan el inóculo del huerto.

 

Los principales patógenos que afectan a los frutales de carozo durante todo el desarrollo del fruto, desde flor a cosecha, son Botrytis cinerea Pers. o pudrición gris, Monilia laxa (Aderh. Y Ruhl.) Honey o tizón de la flor, Monilia fructicola (Winter) Honey o pudrición parda de los frutales de carozos y Sphaerotheca pannosa (Wallr) Lév. o también conocido como oídio.

 

En floración, las aplicaciones deben ir dirigidas tanto al control de M. fructicola como de B. cinerea, realizadas principalmente en 5-10% flor, a base de productos del grupo de los triazoles (propiconazole, tebuconazole, fenbuconazole) o dicarboximidas (iprodione), y en plena floración, entendiéndose como 100% de flores abiertas, a base de productos pertenecientes al grupo de las estrobirulinas (azoxystrobin, picoxystrobin, trifloxystrobin, piraclostrobin, kresoxim-methil) o de fungicidas en mezclas (boscalid & piraclostrobin, trifloxistrobina & pirimetanilo). Las aplicaciones en caída de pétalos y pinta, están dirigidas tanto al control de la pudrición parda como al oídio, utilizando productos principalmente del grupo de los triazoles (miclobutanil, tebuconazole, fenbuconazole).

 

Durante precosecha, el objetivo es el control de pudrición parda y pudrición gris, tomando siempre en consideración los días de carencia de los productos. Cumpliendo con lo anterior, es recomendable realizar una primera aplicación de precosecha con fungicidas en mezclas (ciprodinil & fludioxonil, boscalid & piraclostrobin, trifloxistrobina & pirimetanilo) y más cercano a cosecha, con productos de menor residualidad, como por ejemplo los de origen biológico (aceite de Malaleuca alternifolia) o hidroxyanilidas (fenhexamid).

 

Al momento de cosecha es fundamental evitar dejar frutos en el árbol. En el caso que las condiciones del campo lo ameriten, durante la poda el eliminar los frutos no cosechados e incorporarlos al suelo permite disminuir el inóculo presente. Mejor es el efecto de control si esto se complementa con un “lavado de invierno”, por ejemplo, a través de la utilización de Polisulfuro de Calcio la cual disminuirá la carga de patógenos para la siguiente temporada.

 

Cabe mencionar que esta recomendación es sólo una sugerencia que espera facilitar la toma de decisiones,  sin embargo, se puede complementar con las recomendaciones del asesor o exportadora, considerando siempre las etiquetas de los productos, la carencia a cumplir en los mercados de destino, la alternancia de moléculas para evitar pérdidas de sensibilidad y monitoreando constantemente los huertos para optimizar las aplicaciones.

 

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